El supergrupo Uriah Heep se encontraba en 1974 en sus postrimerías, casi al borde del abismo, o eso al menos decían los críticos. Nada más lejos. Ken Hensley, del que oiréis mucho más aquí, líder del grupo, compuso "Wonderworld", acallando cualquier rumor. Un par de años más tarde Uriah Heep quedó consolidado en el "top ten" de los grupos de rock de la década de los setenta.
Mucho antes de eso, debo destacar álbumes gloriosos como "Look at yourself" (1971), entre los que se encuentra la joya en la oscuridad What should be done y, por supuesto, los trabajos "Demons and Wizards" (1972), "The Magician´s Birthday (1972) y "Sweet Freedom" (1973), en los que todo es crema.
Su álbum "Return to Fantasy" (1975) es uno de mis discos predilectos, lo tiene todo, un sonido espectacular y unas canciones en apoteosis creativa. No obstante, antes de abandonar el barco, mi querido David Byron prestó sus vocales en su último gran disco con el grupo, "High and Mighty" (1976), del que destacaría el potente corte inicial One way or another, pero además Weep in silence, Midnight y Can´t stop singing.
Una vez que que Byron abandonara el grupo por error garrafal que le costó prácticamente su carrera (resumiendo mucho, modelo alemana + demasiado alcohol) ocupó su lugar John Lawton (Lucifer´s Friend), el cual instituyó tres buenísimos LPs clásicos, de los que quiero resaltar los temas Firefly (en selección, con vocales de Ken Hensley, ojo), Wise man (1976); y One more night y What´ya say (1978).
Después de una severa reestructuración, con nuevo frontman (Peter Goalby), en 1982 apareció "Abominog", con portada de infarto y un sonido tan moderno y pletórico que pareciera el trabajo de otro grupo. Disco enorme que relanzó de nuevo a los Uriah a una nueva juventud y éxito.
Espectacular On the Rebound (cover de Russ Ballard), Chasing Shadows (en selección), That´s the way that it is (cover de Paul Bliss) y Running all night with the lion (cover de Gary Farr). Es cierto que en el disco hay nada menos que cinco covers, pero eso no es óbice para restar su innegable atractivo.
Al año siguiente apareció "Head First" en la misma línea, del que subrayo The other side of midnight y Red Lights.
Desde 1986 se ha hecho con las vocales Bernie Shaw y han seguido sacando discos de buena calidad hasta la fecha, aunque está claro que desde la partida en 1980 del alma de la banda, el genio Ken Hensley, las composiciones nunca desde entonces han conseguido ese toque, sabor mágico y de increíble feeling de las que las dotaba el bueno de Hensley.
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