Otro grupazo injustamente olvidado.
Nacidos en 1968 comenzaron con un sonido alucinante en onda soul. Sus primeras producciones son lo mejor de la banda, con una potentísima sección de vientos a cargo de muchas figuras de renombre futuras.
Me ha dejado sin hálito la escucha de su primer disco (East bay grease, 1970). Un despliegue de fuerza 9 capaz de arrasar con todo. Otra joya de discoteca.
Se trata de un soul diferente, cargado de efectos, vitalidad, base rítmica brutal prefunky, coros energéticos y la susodicha sección de viento capaz de provocar embolias de puro placer. No os perdáis su "Knock your self out", "Back on the streets again" o "The Skunk, the goose and the fly".
Continuaron convirtiendo en fenomenal fantasía su música durante toda la década de los ´70.
En Squib Cakes podemos apreciar en todo su esplendor, como precuela, el acid jazz, tan en boga veinte años más tarde.
Como todos los grandes grupos de su calado, en los ´90 se reconvirtieron en una banda elegante pero sin esa magia que les caracterizó.
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