martes, 3 de mayo de 2016

Prince (Beautiful ones) - 1984 / (Dance on) - 1988 / (Standing at the altar) - 1994 / (Free) - 1982

Prince Rogers Nelson, nacido en 1958 y con una inesperada muerte temprana cuando solo contaba con 57 años.
No obstante, años que dieron para mucho, para más de cuarenta discos de estudio.
Músico multinstrumentalista (voz, guitarra, guitarra bajo, piano, teclados, sintes, batería, clavinet, armónica, saxofón), demostró dominar una gran variedad de estilos musicales.

Después de su éxito en los ´80, tuvo problemas con Warner, casa discográfica que forzó a Prince a largarse y cambiar de nombre, llamado desde 1992 hasta 2000 como "el simbolo", un icono que mezclaba lo masculino con lo femenino. Pues Prince siempre tuvo esta tendencia ambigua.
O, si queremos ser más descriptivos, Prince siempre fue un príncipe que jugó a ser princesa.

En los ´80 y principios de los ´90 tuvo ocasión de superar con creces a Michael Jackson (su rival, según él), y dejó composiciones de podio, como las aquí señaladas.

Si hay algo que no me gusta de Prince es que casi nunca supo tener una base rítmica a la altura de sus magníficas prestaciones. Su exceso por la percusión sintética le ha llevado lamentablemente a que su sonido se circunscriba al "sonido 80" y, por ende, haya envejecido bastante mal.

Así y todo, es indudable la calidad de este músico, que no solo es glorioso por lo meramente musical, sino porque fue parte consciente en ayudar a romper muchos y diversos muros que van más allá de su faceta musical.
El príncipe que nos gritaba que el mundo de las princesas puede ser mucho más fantástico. Y así, sin duda, fue para el mientras el sueño pervivió.

Bien. Vayamos a su música.
Comenzó fuerte con su álbum debut de 1978, en el que todos los instrumentos eran tocados por el. Album que pasó sin pena ni gloria pero en el que Prince ya avisa con su primer corte, For you.
En su segundo álbum denominado "Prince", encontramos una pieza sorprendente, It´s gonna be lonely, que ya es un buen avance del gran Prince posterior. También hay que destacar de este disco When We're Dancing Close And Slow.
Por estas épocas empezó a explorar el falsete en combinación con gritos muy resultones.
Firmando temas tan interesantes como Free o International lover, ambos dentro de su "1999" (1982), trabajo que catapultó a Prince hacia el éxito internacional y le llevó a producir "Purple Rain" en 1984. Peli y BSO que rompieron con todo y alzaron a nuestro héroe por fin al estrellato.
Debemos decir que aunque Purple Rain supuso el golpe en la mesa definitivo, el film homónimo es un pastel ridículo como pocos. Pero no importó, pues fue una catapulta para dar al mundo a conocer lo que de verdad importa, su música.
En este memorable disco hay que destacar, aparte de Beautiful ones (impresionante feeling), también Let´s go crazy y I Would Die 4 You.
Su "Around The World In A Day" (1985) contiene algunos temas a mencionar: The Ladder, Temptation, pero sobre todo su Paisley Park.
Paisley Park, era un edificio construido a partir de los beneficios de Purple Rain, y que iba a estar destinado como plató para películas, pero que finalmente se quedó como un lugar donde Prince daba conciertos íntimos para sus amistades.
De su "Parade" (1986) señalar por supuesto el hit Kiss, y también Sometimes It Snows In April, que algunos periodistas avispados robaron como como titular a raiz de su muerte.
Llegamos a su "Sign ´O´ The Times" (1987), una nueva cúspide, que destaca en primer lugar por su magnífico corte homónimo. Con Play on the sunshine intenta un acercamiento fallido a Beach Boys e incluso al Walking on sunshine de Katrina on the Waves. Aún así, tema a remarcar. Y muy interesante el experimento rítmico llamado The Ballad of Dorothy Parker, uno de los pocos temas en que la percusión fluye.
En 1988 llegamos a "Lovesexy", un album considerado menor por la crítica pero que a mi parecer es el más absoluto cénit de Prince. Apoyo esta humilde moción en cortes tan fantasticos como Alphabet St o Lovesexy y por descontando su Dance On, virguería rítmica que acalla a bocajarro cualquier rumor sobre fallas de percusión. Eso sí, no tomó nota de ello y continuó haciendo de las suyas.

Buen despliegue de atributos con Batman (1989). Su Batdance casi podriamos decir que inaguró el pistoletazo de salida de la llamada música acid. Lo prueba su acertado logo, reproducido hasta la saciedad.
En 1991 "Cream" supuso un nuevo renacer.
A destacar de este disco también Money Don't Matter 2 Tonight.
En 1992 publica otra joya ("Symbol") con temas tan atractivos como Sexy M.F (su último gran hit), The morning papers o The Max.
En selección, su Standing at the altar, increíble tema soul cantado por Margie Cox y perteneciente a "1-800 New Funk" (1994).
Destacar de su "Come" (1996), tracks como Papa y Dark.

Prince más allá de esto siguió produciendo sin parar pero sin conseguir esos destellos que le encumbraron a lo más alto entre la segunda mitad de los ´80 y la primera de los ´90.







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