jueves, 28 de julio de 2016

The Adicts (II) (Falling in love again) - 1985 / (Na, na, na) - 1986 / (Champs Elysees) (1986)

Esta segunda parte se ocupa de la etapa new wave de Keith Warren & Co.
Comprende los discos Smart Alex (1985) y Fifth Overture (1986). Periodo efímero pero digno de resaltarse.
Después de esta onda, se tomaron un descanso y reflexionaron volver a su sonido original punk-rock.

Desde 1992 hasta la actualidad han editado cinco álbumes intentando recuperar ese su gran momento de 1981, sin conseguirlo de manera tan fresca e interesante.

A destacar también de su Fifth Overture:
- Put yourself in my hands.
- She´s a rocker.
- Beauty sleep.

domingo, 17 de julio de 2016

The Adicts (I): (Peculiar Music) / (Hurt) / (Dynasty) / (Distortion) - 1979

Origen: Sulfolk (UK).
Periodo: 1975 - hoy.

Banda punk de Suffolk (UK). Punk fresco para combatir la idiocia.
Naranjada con mucho hielo, of course.

Muy interesantes en su disco debut Songs of Praise (1979), disco que ya quisieran los mismísimos The Clash hacer suyo.
La peculiar facha de su líder está basada, por un lado, en la pelí La Naranja Mecánica (esos bombines) y, por otro, en la sonrisa y pintarrajo del Joker.

Su segundo trabajo, Sounds of Music (1982) tiene una producción neardenthal que le resta casi todos los enteros.
Pero el grupo evolucionó a cien por hora a partir de Smart Alex (1985) de forma tan brutal y diferente que se hace necesario otro post para explorar su buenísima etapa new wave. Son otros Adicts.

Por el momento nos quedamos con su primera y gran descarga. Una exaltación del mejor sonido punk. Si no me equivoco creo que es el quinto álbum de estudio en el blog que consigue hacer suyas todas las selecciones.







domingo, 10 de julio de 2016

Taylor Swift (Wildest dreams) - 2014

Artista de talento, pero mediatizada a día de hoy por innumerables factores que juegan en su contra. O no. Según el ojo del observador.

Una cantante acostumbrada a dar lo contante y cantante por elegante y por bueno, cuando no siempre es así.
Rival directa de Katy Perry, pero en versión ultrapija.

Sus clips son un derroche de medios, al igual que los de Perry. La diferencia es que estos son de altos vuelos; en ellos, o aparecen caballos, descapotables retro solo accesibles a millonarios, princesas (ella y ella, claro), modelitos, chicos y chicas perfectos, palacetes, y así podríamos seguir un buen rato.

A la gente un pelín tontaina y felizonte siempre le ha fascinado la exaltación del lujo por el lujo y la belleza de pasteles rosas, cutis de ensueño y parafernalia de este jaez.
De ahí el increíble éxito de Swift, una Princesa Disney para adultos. Innegable es que la chica está de muy buen ver, y esto también suma.
Un poco para vomitar. Porque soy de los que piensan que no es bonito ni ético hacer tal flagrante apología del lujo cuando es claro que tú eres de los poquísimos que se lo pueden permitir. Es feo, penoso, y es casi insultante, y no voy a seguir con la ristra de adjetivos.
Aún con todo lo dicho, el talento en Swift está ahí, muchas veces eclipsado por tantos fuegos de artificio.

Traigo un único tema a este podio, pero lo merece (sin abundar en ello). Además, el clip es un minifilm dirigido por el especialista coreano Joseph Kahn (que ya ha trabajado con casi todas las divas modernas, además de U2, Rob Zombie, Muse y muchos otros) en el que queda claro que el presupuesto no es problema. Con guiños a clásicos del séptimo arte, como pueden ser Memorias de Africa, El Paciente Inglés y Mogambo.

Al Green (I'm so lonesome i could cry) - 1972

Albert Green, nacido en Arkansas en 1946, es un compositor y cantante con más de una treintena de discos de estudio a sus espaldas. Explora el soul desde el gospel, y se pasa de la raya con ello en muchas ocasiones.
De hecho, era un chiflado de la religión, tomando episodios claves de su vida como mensajes de Dios.
Una anécdota: En 1974, Mary Woodson, mujer casada pero amante de Al, propuso a este matrimonio. Al rechazar la oferta, la "delicada" de Mary le endosó una olla hirviendo mientras se bañaba. El pobre Al tuvo que ser hospitalizado con quemaduras de tercer grado, no sin antes saber que Mary se había encerrado suicidándose con una pistola propiedad suya.
Una vez recuperado, tomó el asunto como una señal del Altísimo, se ordenó reverendo, compró una Iglesia, y la religión pasó a primer plano, hecho que afectó a su música y a las ventas. Pero continuó cantando gospel y escuchando señales divinas desde el más allá.
Pelillos a la mar.

Su producción es muy fina, con un estilo vocal que recuerda al gran Curtis Mayfield, contemporáneo suyo.
Después del correspondiente análisis de su discografía, traigo a este podio de supremos un solo tema de su extensa producción. Y no es original de el, sino del cantautor country Hank Williams (1949). Pero es tan diferente y está tan perfeccionado que es como si fuera de Al.
Esta canción ha sido interpretada a lo largo del tiempo por grandes, entre los que encontramos nada menos que a Ray Charles, Jonnny Cash, Dean Martin, Little Richard y el mismisimo Elvis.
Después de escuchar todas las versiones, son muy buenas la de Little Richard y Elvis. Os dejo la de este último para que comparéis. Aun siendo el Rey, y siendo un incondicional de las gloriosas interpretaciones de Elvis (ver post), en esta ocasión hay que hincar rodilla: Al Green es superior en esta batalla.

Hará las delicias de cualquier espíritu sensible. En el se aprecia con claridad sus malabares vocales, intercambiando, como si fuera gratis, su particular barítono a falsetto, y viceversa.



miércoles, 6 de julio de 2016

Khaled (El lela) - 1988 / (Liberte - Raikoum) - 2009 / (Alech tadi) (1993)

He de decir que no albergo mucha esperanza de que este genial artista guste a nuestro llamado "primer mundo". ¿Y por qué? Fácil, porque es árabe, y con la que está cayendo desde esos lares seguro que existirá un rechazo visceral hacia cualquier cosa emparentada con tíos de bigote, pelo fosco y voz con utilización masiva de vocales.

Sin embargo, seamos serios, estamos hablando de alguien que nada tiene que ver con ese entorno tan turbulento. Es, simplemente, un gran músico fuera de lo que nosotros estamos acostumbrados a escuchar. Nada más. Pero sin embargo el rechazo inconsciente estará ahí. Por ello, este es un ejercicio para el que tenga la buena voluntad de comprender que existen mundos musicales más allá. y algunos muy buenos. Pero para poder llegar a esta música uno debe hacer un análisis crítico basado en los siguientes parámetros:

1) No todo lo que te venden como superlativo lo es. Ni mucho menos.
2) Aquello que suena y resuena en radio y televisión y en programas que toman la música como un reality, no quieren que sepas que hay mucha más vida tras los éxitos manidos y facilones.
3) De hecho, existe más musica fuera de lo que todo el mundo sabe que dentro de lo que la mayoría conoce.
4) El prejuicio nunca fue sana compañía. Tampoco lo es en lo musical.

A pesar, desde nuestro punto de vista, del exceso vocal de las tres primarias, a, e, i, Khaled sabe construir una música muy interesante, con un empleo efectivo del acordeón.
Hablamos de los tiempos de gloria de Khaled, pues a medida que avanzó en su carrera, su fama y éxitos le han revertido en una triste sombra de lo que fue, con música plagada de robótica (sintes programados), y estilo más cercano al vulgo ignaro, de acordes insulsos y machacones. Un reflejo de cómo el becerro de oro, una vez más, puede pervertir un original talento. Aunque no todo es malo, como enseguida comprobaréis.

Mi amigo Wences, ese fantasma sin cuenta en G+ pero artífice y propulsor de este post, tiene algunos temas en palmito, como Bakhta, Hana-Hana, La Camel, Wahrane-Wahrane, Serbi-Serbi, Trygue Lycée, Liberte-Raikoum, El Hierba Wine... y otros.
En algunos coincidimos, pero la discografía de Khaled es muy extensa y es seguro que mi amigo no ha podido acceder a su completa producción. Como sabéis que me tomo esto en serio, he escuchado todos y cada uno de sus discos.
Aquí podéis disponer de una selección final, basada, como siempre, en la capacidad para cambiar o potenciar el estado anímico.





sábado, 2 de julio de 2016

Pata Negra (Calle Betis) - (Camarón) 1987 / (Anónimo jerezano) 1990 / Guitarras callejeras (1981)

Nos introducimos ahora en un estilo quizá complicado de entender para el oyente joven, que quiere ser sutil preparación de otro aún mucho más dificíl, que será la siguiente sorpresa: Cheb Khaled, música de Argelia, artista propuesto de nuevo por mi amigo Wences.

Pata Negra es una "peaso" banda, fusión genial de bluesrock con flamenco. Creada en 1978 por los hermanos Amador, los virtuosos Rafael y Raimundo de raza gitana, que dieron un aire completamente renovado a esta manera de entender la música.

Editaron seis álbumes de estudio hasta 1990, año de su disolución.

Su Blues de la Frontera de 1987 es un portento, considerado como uno de los mejores discos editados en la década de los ´80 en España.