Como hemos dicho en la primera parte, Cyndi a partir de 1986 empezó a construir una serie de discos muy alejados de su sonido inicial, una música intimista que tuvo su público, pero en el intento de convertirse en una cantante distinta perdió gran parte de su atractivo.
Desde mi particular punto de vista, se defenestró a sí misma al no continuar por esa senda más visceral, donde era una reina cuasiabsoluta.
Ahora competía a bajo nivel con muchos otros artistas que deseaban hacer cosas "importantes". Lo intentó con varios estilos pero la cosa cuajó en muy pocas ocasiones.
Una curiosidad: En su Detour de 2016, el tema que abre el álbum llamado Funnel of love (última selección) es el primero en más de tres décadas que intenta recuperar algo de ese estilo vocal que le encumbró a la cima en 1983. Sin embargo el resto del disco transcurre por un country muy tibio.
Aunque fue más o menos anodina desde 1987, hubo pequeños destellos que se merecen este segundo post sobre ella. Ha costado encontrarlos entre tanta cosa insulsa (nueve discos de estudio nada menos desde True Colors), pero aquí están esas pocas perlas dispersas. Eclécticas y merecidas.
Según mi opinión, poco más se puede rascar de su discografía.
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