Los inicios de esta formación británica de Birmingham (UK) se remontan a 1969.
Han pasado por varias épocas pero quiero ser claro desde el principio: El hard rock con tintes progresivos que construyeron entre 1976 (Sad wings of destiny) y 1977 (Sin after sin) es lo mejor de esta banda, por mucho que los fans modernos hayan olvidado.
Este es uno de esos grupos que hizo una transición radical hacia el heavy al comienzo de los años ´80, iniciada en su "Screaming for Vengeance" de 1982 y con varias secuelas exitosas a nivel de ventas, sobre todo su "Defenders of the Faith" (1984) y "Angel of Retribution" (2005), con la vuelta de su icónico vocalista Rob Halford, ausente desde 1992 pero con retorno a partir de 2003.
No obstante, incido, la era realmente genial del grupo se concentra en esos dos discos de los 70.
Sorprenderá a los neófitos, pues hace mucho que Judas Priest suena a heavy o a speed metal. Pero hubo un tiempo, que vamos a recuperar aquí, en que hacían hard rock setentero limpio, extático y sublime.
Para más profundidades y análisis sobre el grupo podéis visitar el post sobre Iron Maiden.
Su primer directo Unleashed in the East (1979) hace historia junto a otros directos rock pletóricos como son los iniciales de AC/DC, UFO, Mötorhead, Whitesnake o MSG. La producción del mismo alcanza tal perfección que llegó a correr el bulo de que había sido grabado en estudio.
A destacar:
> Rocka rolla - Never satisfied - Run of the mill (1974)
> Dreamer deceiver (1976)
> Diamonds and rust - Dissident aggressor (1977)
> Rapid fire (1980)
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