domingo, 30 de septiembre de 2018

Grace Jones (That´s the trouble) - 1977 / (Walking in the rain) - (I've seen that face before) -1981 / (Driving satisfaction) - 1989

Origen: Jamaica.
Periodo: 1977 - 2008.

Comenzó como modelo, se reconvirtió en cantante y su imagen andrógina atrajo a Warhol y otra retahíla de personajes, como el creativo y fotógrafo Jean-Paul Goude (con el que tuvo su único hijo).

Para fines de los ´70 ya era un icono gay. Habitual de la famosa discoteca Studio 54 (New York), acompañada del brazo por Warhol y variopintas "mariliendres".

Sin tener gran voz, su descaro y originalidad la llevó al estrellato durante algunos pocos años. Llegó a ser chica Bond, portada de Playboy y a protagonizar sonados episodios que hicieron las delicias de la prensa amarilla.

En sus principios llegó a destronar en las listas a la reina del disco, Donna Summer. Sus dos mejores canciones en esta onda son "That´s the trouble" (1977), en selección y "Pride" (1978). Pero fue bien asesorada y abandonó el estilo muy poco antes de que este entrara en un picado (1979-1980).

La carrera de Jones toca techo con Nightclubbing (1981). Su tema homónimo es una versión de Iggy Pop muy lograda, al igual que Libertango, de Astor Piazzolla.
Incluso  "I've seen that face before" fue retomada para la BSO "Frantic" de Polanski.
Es este un disco muy interesante. "Walking in the rain", junto al tema anterior son dos buenas muestras del estilo único que define por derecho a Grace Jones. Una suerte de reagge pop sofisticado, o new wave de sello intransferible.

Para 1985 se había convertido en toda una diva. Se publicó entonces Slave to the rhythm, producido por Trevor Horn, un pesadito de la época. La edición del disco es muy pretenciosa, incluyendo para cada tema una pequeña entrevista a nuestra heroína y presentado cada track por un maestro-ceremonias, como si todo fuera un acontecimiento. Pero nada más lejos, en contra de la crítica oficial, este disco es muy muy flojo.

En 1989 lanzó su penúltimo trabajo, del que hemos seleccionado el tema inicial, "Driving satisfaction", sorprendente canción y bastante desconocida. Resuenan en el influencias del Bowie 80 pero sobre todo de Frankie goes to Hollywood.

En 2008 editó Hurricane, el que es hasta hoy su última infusión. Con 70 años cumplidos y habiendo transcurrido diez años podemos quizá inferir que no haya nada más.
En este Hurrricane recupera además algunos temas de un álbum que jamás llegó a ver la luz, denominado Black Marilyn.

A destacar:
> I need a man (1977).
> Am I ever gonna fall in love in New York city - Pride (1978).
> Private life - Love is the drug (1980).
> Pull up to the bumper (1981).
> White collar crime (1986).
> Williams blood (2008).







jueves, 20 de septiembre de 2018

Ace Frehley (Speedin´ back to my baby) - (New York groove) - 1978 / (Into the void) - 1997 / (Past the milky way) - 2014

Origen: New York.
Periodo: 1978 - hoy.

Guitarra de la mítica banda americana Kiss en su época gloriosa de los ´70.
De nombre real Paul Daniel Frehley, siempre fue un personaje muy querido por los amantes de la legendaria formación. Quizá el más mediático en su momento (1974 - 1981).

En los últimos tiempos con la banda estuvo muy desenfrenado, protagonizando persecuciones policiales a bordo de su Delorean. Historietas alucinantes dignas de cómic Crumb.

Para 1980, en sus postrimerías con Kiss, se hizo construir en su mansión un estudio de grabación digno de la NASA. Allí se recluía con un arsenal de ginebra y grabó multitud de pistas para el proyecto The Elder (1981), la mayoría de las cuales fueron desechadas por Simmons y Stanley. Esto le provocó un cabreo cenital, que unido a eso de dormir en cunetas (estrellaba su coche como si fuera gratis) propició que él mismo se despidiera de Kiss. Ojo. No fue despedido, lo hizo el solito.

En realidad quería dedicar más tiempo a su pequeña hija Monique, aunque la ginebra siempre estuvo ahí, no iba a abandonarla así de repente porque a Simmons le hubiera dado la pataleta, por supuesto que no. Además el grupo no le permitía degustar el agua de fuego con toda la dedicación que el deseaba.
Pero dejemos estos asuntillos y hablemos de su carrera en solitario, carrera que en realidad comienza en 1978, cuando todos los miembros de Kiss editan a la vez el mismo día su disco personal (única banda que ha tenido esta ocurrencia). El plástico de Ace fue muy aclamado y el más popular de los cuatro, con certificado platino -más de un millón de copias vendidas-. No en vano Frehley se volcó a conciencia, tocando todos los instrumentos menos la batería, que estuvo a cargo de Anton Fig.
Seleccionamos de este disco dos tracks muy buenos.

En 1987 por fin lanza su proyecto Frehley´s Comet, con secuela al año siguiente. Pero ambos pasaron sin pena ni gloria.
Para 1989 ya había abandonado dicho proyecto y construye un LP totalmente Frehley llamado Trouble Walkin´, preludio del AOR. Lo mejor en muchos años de Ace, pero editado por Megaforce Worldwide, una pequeña división de Atlantic que lo privó de la difusión que merecía.
Es este un disco muy divertido, que explora a gusto esa vena cool desenfadada que tiene nuestro héroe. Pues precisamente lo que hace de Frehley un personaje tan querido es el humor que destila cada una de sus composiciones, y su manera de cantar, siempre con un toque vacilón relleno de sarcasmo, casi siempre humorístico, un estilo único y muy personal, que tiene sus mejores imitadores -a nivel solo guitarra- en la saga Kulick (ver post) pero también en su reemplazo (Tommy Thayer), que le ha robado su indumentaria y maquillaje de spaceman, sin ser capaz, eso sí, de imitar el fino humor de Ace Frehley. Solo hay que ver el clip de la promo de su "Anomaly" para darse cuenta. Ese sonido de marsupial en celo que emite montado en una chopper lo dice todo (pondremos este vídeo al final de las selecciones).

Por cierto, hubieron de transcurrir nada menos que veinte años para que viera la luz su siguiente disco: Ese Anomaly (2009) al que acabamos de hacer referencia y que es seguramente su mejor trabajo en solitario. Pero de nuevo editado por una pequeña compañía (Bronx Born Records) que no hizo demasiado por llevar esta gran obra a todos los lugares que sin duda merece.

¿Pero a qué se dedicó Ace en todo ese tiempo? Bueno, suponemos que a su hija, a cold gins y a toda la vida contemplativa que podía ofrecerle el colchón millonario que acumuló con Kiss.

Pero, sorpresa, en 1997 fue reclutado de nuevo por Simmons y Stanley, junto a su compi de correrías nocturnas, Peter Criss, para una espectacular reunión del Kiss original. Todo aquello acabó con la edición de Psycho Circus (1998) y una gira mundial multimillonaria. En este disco se salva un único tema, "Into the void", que fue curiosamente el único compuesto, tocado y cantado por Frehley. Lo vamos a incluir en selección por su relevancia y porque es 100% Frehley.
Después, Ace decidió dejar Kiss y seguir con lo suyo.

Curiosidad: Cuatro de sus seis discos de estudio acaban con un tema instrumental que ha ido evolucionando a través del tiempo:
- Fractured mirror (1978).
- Fractured too (1987).
- Fractured III (1989).
- Fractured quantum (2009).

En 2014 pone en el mercado un nuevo trabajo llamado "Space invader". El arte del disco es muy retro, con una nave espacial de las dibujadas en la época dorada de la sci-fi (ver Astounding Stories), apareciendo el mismo con uno de los primigenios trajes spaceman que lució en Kiss. En su interior se encuentra una joya llamada Past the milky way.

A destacar:

> I´m in need of love - Rip it out - Wiped out (1978).
> Love me right (1987).
> 2 young 2 die - Five card stud - Lost in Limbo - Fractured III (1989).
> Fox on the run - Outer space - Too many faces (2009).









lunes, 10 de septiembre de 2018

Sade (Punch drunk - War of the hearts) - 1985 / (Siempre hay esperanza) - 1988

Origen: Londres.
Periodo: 1983 - hoy.

Mucha Sade radiada tuvo que tragarse el personal entre finales de los 80 y principios de los 90.

Al parecer, el culmen del buen gusto que a todo el mundo encandilaba.
Vendió millones de discos con su voz susurrante y se tiró poco después a la tumbona. De hecho, su producción solo consta de cuatro trabajos entre 1984 y 1992. Hizo bien en dejarnos en paz. Y seguro que si yo hubiera estado en su piel hubiera hecho lo mismo. Pues estas decisiones son loables, uno debe andar con mesura cuando ha ganado mucho vendiendo "tulipanes" (al igual que aquella Tulip Fever acaecida en los Paises Bajos del s. XVII).

Ocho años después hizo otro disco, y diez años más tarde, en 2010, el último. Ambos para olvidar.
Bueno, en realidad es casi todo para olvidar, porque Sade no es más que una señorita que cantaba en susurros con voz cascada. Eso sí, su presentación era muy efectiva: una bella mulata que vestía como una princesa y se hacía acompañar de buena instrumentación.

La supuesta diva tituló su cuarto álbum "Love Deluxe".
¿Qué narices puede significar?
A lo mejor quiere decir que el amor es un lujo.
Pero eso es imposible de facto. Hay millones de tortolitos por ahí en su mundo de enamorados (ver post de Céline Dion).

Pienso que ese "Love Deluxe" significa otra cosa. ¿Música idónea para prostíbulos de lujo? Podría ser. Aunque yo más bien creo que Sade intenta decir que su música es algo superior, música para élites.

Los elitistas suelen ser fanfarrones, como Sade. Y un fanfarrón es alguien que dice mucho cuando en realidad no dice nada. Todo ese pretendido lujo se queda en agua de borrajas cuando se analiza su cantar: falto de chispa, plano y aburrido (perfecto para una siesta).

Algunos señalados tracks de Sade estaban bien construidos, pero el logro no es vocal.

Traemos aquí dos temas instrumentales muy buenos y únicamente uno en el que canta Sade, quizá su mejor presencia, y además no hace falta más pues con este War of the Hearts queda dicho ya todo en cuanto a su estilo como vocalista.

A la mayoría se la coló bien colada. Es otro ejemplo de cómo las endiabladas malas artes de una discográfica pueden hacer milagros, llevando en volandas un producto "de envoltorio".






sábado, 8 de septiembre de 2018

Les Luthiers (Teorema de Thales) - (Gloria Hosanna, that's the question) - 1971 / (Si no fuera santiagueño) - 1972 / (Homenaje a Huesito Williams) - 1983

Origen: Buenos Aires (Argentina).
Periodo: 1967 - hoy.

En Argentina era común entre miembros universitarios organizar coros.
Un selecto grupo de estos estudiantes montaron un espectáculo de humor con una particularidad: sus instrumentos eran inventados, creados a partir de elementos comunes o de desecho.

Luthier es el nombre francés que se aplica al artesano que es capaz de arreglar y también crear instrumentos, sobre todo de cuerda. De ahí su nombre.

El auténtico luthier fue originalmente Gerardo Masana, miembro del coro de la facultad de ingeniería, junto a Carlos Iraldi.

Mencionaremos alguna de estas curiosas creaciones:

- Dactilófono (máquina de escribir que emula al xilófono).
- Tubófono silicónico cromático, parecido a una zampoña pero con tubos de ensayo rellenos de silicona a diferentes alturas.
- Mandocleta: Bicicleta que hace sonar una especie de mandolina.
- Contrachitarrone da gamba: híbrido entre violonchelo y guitarra.
- Latín: La caja de resonancia es una lata de jamón en conserva.
- Cello legüero: Con cuatro cuerdas para ser tocadas con arco, y también con baqueta estilo bombo.
- Glamocot: Parecido a un cromorno medieval.

Existe en Les Luthiers una gran cantidad de este tipo de "cosas que emiten sonidos", algunas de ellas delirantes, como lo es a su vez este fantástico grupo musicovocal.

En sus obras hacen referencia a un compositor ficticio llamado Mastropiero, cuyas piezas son siempre sátiras de Bach y otros clásicos.

Su mejor producción la encontramos en sus primeros trabajos. A partir de 1973 lanzan sus discos en directo, como bromas teatrales, pero son musicalmente inferiores exceptuando algunos destellos dispersos.
Hay que decir, no obstante, que como espectáculo es de lo mejor que puede o podía verse, chanzas para un público culto, rellenas de guiños y cositas de doble sentido, un humor de altos vuelos no apto para catetos y hoy indescifrable para la generación del whatsapp  y el "Insta".

Disponemos de tesis doctorales sobre Les Luthiers, sobre lo que aportaron con su creatividad a tres niveles: el musical, el humorístico y el ingeniero. Fusión triple única en la historia.
Lo que sigue es su más grande destilado.